jueves, 22 de abril de 2010

Carta a una señorita en París

 

Tu hermosa casa ha sufrido algunos cambios, no es mi culpa, nada más que decir perdónalos a ellos.
 Metáfora de la vida, descaro humano culpar al indefenso por nuestros actos, acto irónico y poético.
 De mi boca sale un animal en algunas diez ocasiones,
 La noche para ellos es el día y para mí lo contrario.
 Y eso es todo lo que puedo ahora decir: ¡adiós, armario!

1 comentario: